¿Cómo hacer que la mente no intervenga tanto? Ahí empieza el trabajo interior y quizá la fase más dura del inicio porque supone romper con creencias que tenías arraigadas en tu mente y que dabas como ciertas, que te identificabas con ellas y ahora va a tocar desprenderte de ellas. Este desapego puede suponer un miedo al vacío. 

Ese miedo al vacío es necesario para poder progresar, para darte cuenta de que acumulabas unos pensamientos, una energía en definitiva, que te impedía dar lo mejor de ti. ¿Qué preguntas te podrías hacer para empezar? Algo tan básico como:

• ¿Por qué cantas?
• ¿Qué necesidad cubres?
• ¿Deseas imitar a alguien?
• ¿Cuáles son tus motivaciones?

Seguramente no te hayas planteado hacerte este tipo de cuestiones, o alguna de ellas sí, y consideras normal, por ejemplo, querer imitar a determinado cantante porque te gusta su voz y además has visto que hay personas que imitan a cantantes y lo hacen de maravilla. 

Entonces hazte la siguiente pregunta:¿quieres ser un cantante o un imitador? El primero su objetivo será comunicar a los demás la intención musical y expresiva de un texto como si fuera en él su vida, y si no hay texto, la intención expresiva de la melodía en melisma. El segundo su objetivo es parecerse lo más posible a otra voz, a su manera de hacer y de expresar, a su timbre. Hay personas que lo hacen de maravilla y es de alabar ese gran don que poseen, no hay que quitarles ningún mérito. Solamente elige qué tipo de cantante quieres ser.

Autoconfianza, motivación, seguridad en ti mismo y, sobre todo, tener algo que comunicar. Estas son las características esenciales para dejar de pensar en posibles problemas en el agudo. Confía que tienes todo lo que has de tener para desarrollar una buena voz en una buena caja acústica que es tu cuerpo. Tu cuerpo entero es tu instrumento, no solamente la garganta, y éste sabe cómo emitir un sonido que necesites expresar. 

La prueba la tienes en los bebés cuando lloran y gritan y no se hacen daño. Su cuerpo necesita expresar, no tiene otra manera de hacerlo y así adapta la musculatura para poder emitir ese sonido de alarma sin hacerse daño. La necesidad tuya ahora es similar a la del bebé, hay una necesidad de expresar un texto con su melodía correspondiente, hay una necesidad de comunicar. Prioriza esa necesidad sobre la de dar un agudo, un grave o tener una voz bonita. Cambia el foco de tu mente y notarás que el cuerpo se adapta a aquello que es necesario hacer.

Ya ves que en Despierta tu voz soy partidario de cambiar el foco de tu pensamiento porque es ahí donde radica la mayoría de los problemas. Además lo bueno de este enfoque es que no solamente notarás cambios en la emisión de tu sonido, sino cambios en la manera de ver tus aspectos cotidianos de la vida. 

¿No crees que vale la pena empezar?¿No crees que vale la pena dar ese salto al vacío inicial? Aquí estamos para ayudarte. Estaremos encantados de conocerte y verte progresar no solo en tu canto sino también en tu vida.

¡Adelante pues!