No voy a abordar de una manera extensa la interpretación de una pieza, solo pretendo esbozar y proponer el inicio del trabajo de una obra. Depende de la personalidad de cada uno, el trabajo puede variar.

Una vez empezamos a elegir las canciones que mejor se adaptan a nosotros, es importante trabajar en la interpretación para poder transmitir toda la emoción que llevamos dentro. Debemos de antemano conocer el contexto de la obra, el significado de las palabras, el sentido de cada frase, las emociones que esconden, la pronunciación, la dicción, la entonación. Hacer nuestro el texto, que éste nos recuerde o enlace con una circunstancia personal para que sea el cuerpo de una manera automática quien exprese de manera natural lo que se quiere decir o cantar.

El cuerpo es un instrumento que recoge y expresa lo que la voz está diciendo, lo que la mente está visualizando y lo que el corazón está sintiendo. Esta unión de los elementos que intervienen en la voz favorece que los movimientos mecánicos necesarios para que las notas se produzcan se realicen de una manera natural, y por lo tanto más libre y personal.

Una vez dominado el texto y sus emociones, podremos profundizar, si lo deseamos, en trabajar la parte cantada, el sonido, la proyección y la expresión corporal, para poder darle a la canción nuestro toque personal y emocionar al público.

Podemos experimentar con diferentes interpretaciones para encontrar la que mejor se adapte a nuestra personalidad. Siempre que el estilo musical lo permita, podemos hacer pequeñas variaciones en la melodía, el tempo o la entonación para darle a cada canción nuestro toque personal y adaptarla a nuestra voz y estilo personal.

En definitiva, elegir correctamente el repertorio nos permite mostrar nuestras fortalezas y debilidades como intérpretes. Para elegir el repertorio adecuado, debemos conocer bien nuestra voz y personalidad, explorar diferentes géneros y estilos, y trabajar en la interpretación para darle a cada canción nuestro toque personal. Solo así podremos transmitir toda la emoción que llevamos dentro y conmovernos para conmover al público con nuestra voz.