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DESPIERTA TU VOZ

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¿La técnica vocal?

La voz no es algo separado de nuestra mente, cuerpo y corazón, por lo tanto no podemos aplicar sólo ejercicios físicos (vocalización, respiración, estiramientos, etc) si queremos una mejora, si queremos abordar una enseñanza efectiva.

A mi entender en la enseñanza de la voz, en su método tradicional, se ha confundido los medios con el fin, la causa con el efecto. Pienso que no puede haber una enseñanza del canto basado únicamente en la técnica «fisica», de aplicar ejercicios al cuerpo o a una parte de él. La enseñanza debería encaminarse hacia un cambio integral de la persona empezando por su pensamiento, por su mente.

Pero lo mente es tan difícil de querer ser abordada, da tanto miedo empezar a verse a uno mismo, que optamos por lo que nos resulta más fácil, la aplicación de técnicas o ejercicios que podemos ver físicamente y que podemos localizar en una zona conocida. Hoy en día es al propio profesor al que le resulta altamente difícil analizar su propia mente, sanarse. Sería como renunciar al personaje que tanto le ha costado construir a lo largo de su vida. Muchas veces lo que cree que enseña no son más que creencias sobre cómo debería funcionar la voz y que, paradójicamente, a él/ella mismo no le han funcionado.

En la mayoría de las veces, bajo mi propia experiencia en conservatorios y con profesores particulares, el uso de los medios separados de nuestra globalidad, la búsqueda por alcanzar algún tipo de resultado concreto, se ha convertido un fin en sí mismo. Es decir, la aplicación de una teoría conceptual que intenta buscar qué pasa cuando hablamos o cantamos, ha devenido en un fin en sí misma. Para muchos profesores/as prima más la aplicación de una técnica determinada que la búsqueda de la persona integral. Creo que hay que introducir un nuevo paradigma.
¿Qué tal si introducimos la visión de que cantar pueda llegar a ser solamente la expresión natural de un instrumento al servicio de la Naturaleza?

En mi época de estudiante, y  hoy en día, algunos profesores no exigían en un principio que supieras el significado del texto del aria o canción a interpretar, sino que se exigía la ejecución de notas bajo una determinada técnica, un determinado “modo de hacer” desde el punto de vista físico, posición de laringe, diafragma, imágenes mentales, etc. Este modo de hacer, es decir el medio, se convertía así en un fin en sí mismo. Se pensaba, como muchos siguen pensando ahora, que con la ejecución concreta de un concepto físico se puede llegar a la expresión natural del don de la voz, de la palabra, que se podría tener éxito en la producción de una expresión artística.

La búsqueda de un resultado concreto puede acercarse a lo que la voz podría hacer por sí misma sin la intervención de la mente controladora, pero no puede ser lo fiel que sería si se dejara a ésta intervenir con su propia sabiduría, una sabiduría que la propia naturaleza nos otorga. Esta búsqueda de un resultado podría tener frutos en un corto período de tiempo, pero a la larga se ha demostrado que ha originado problemas en los cantantes, ya que la emisión no es natural, la emisión controlada no obedece a lo que la propia naturaleza nos otorga, sino que es el resultado de una emisión artificial del canto, una voz sin una expresión plena. Esta falta de expresión plena también tiene otra consecuencia y es que el sonido no llega con plenitud al alma del que lo oye, no hay naturalidad en la producción de la voz, hay artificios con el fin de conseguir unos objetivos técnicos determinados. Objetivos, por otro lado, que si no se logran crean en el/la cantante frustraciones y miedos, desconfianza en sí mismo y en muchas ocasiones el abandono.

La aplicación de mecanismos técnicos a la producción del sonido produce muchas veces un esfuerzo físico y mental que se aleja mucho de lo que sería un cantar placentero.

Todas las tensiones, los esfuerzos por conseguir un fin, llámese agudo, llámese acabar una obra entera sin “morir” en el intento, o a veces una sola aria entera, tienen una causa común, un origen que explica los resultados no deseados, la falta de naturalidad. Muchas veces cuando oímos la naturalidad de una voz la reconocemos enseguida, decimos “tiene un cantar fácil”, “tiene una voz muy natural”. Esa persona es la expresión misma de la naturaleza que está actuando a través de ella sin ninguna cortapisa. Se acepta a sí misma como expresión musical de lo que la Naturaleza quiere expresar a través de él. No hace falta que se pregunte qué es lo que está pasando en su cuerpo, qué mecanismos musculares se activan. No lo necesita en absoluto, simplemente deja fluir lo que percibe como natural y además ¡disfruta con ello! La aplicación de mecanismos técnicos a la producción del sonido produce muchas veces un esfuerzo físico y mental que se aleja mucho de lo que sería un cantar placentero.

No estoy afirmando que la voz no haya que trabajarla. Como todo don que se posee, éste ha de ser trabajado, ha de ser pulido, pero quitando del trabajo los miedos y protecciones que la mente crea para intentar hacer racional un don que de por sí no lo es.

La persona que ha encontrado el fluir natural de su propia expresión y de la expresión de la naturaleza  en el momento en que se pregunte cómo se realizan esos movimientos en su cuerpo y se aleje de lo natural, empezará a buscar un control de su cuerpo, un uso de sí mismo separado de la Naturaleza. La voz dejaría de emitir naturalmente.

¿Qué hacer entonces? Dar una tabla de soluciones o de pasos al estilo «haz esto y se acabarán los problemas» sería caer de nuevo en otra búsqueda de medios y sería contradecirme a mí mismo. La tentación humana de encontrar el porqué de las cosas en «tres cómodos pasos» hace que, entre otras cosas, separemos la parte del todo. Me gustaría que empezaras a hacerte preguntas, empezaras a dudar de lo que se te ha dicho como cierto o incluso de lo que tú mismo has establecido como cierto y que sin embargo no funciona. Si simplemente piensas «bueno no me funciona ahora, pero me funcionará» empieza a plantearte que deberás de cambiar de pensamiento.

Creo en el canto como la expresión que la naturaleza utiliza a través de nosotros para expresarse a sí misma. No planteo pasos pero sí consejos o indicios por los que deberías de cambiar de creencias. Espero ser tu primer paso a lo largo de esta web.

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