Nada ocurre por casualidad.
Si te pasa esto, siempre es positivo reflexionar:
– Tienes una lesión en el momento más inoportuno. Deja la disciplina férrea de entrenamientos y descansa/para cuando el cuerpo te lo pida.
– Un gasto inesperado. Deja de pensar en el dinero como algo escaso que vas a perder. Ese gasto da fe de tu creencia en la escasez.
– Se te cae el bolso y todo su interior se desparrama por el suelo. Tienes mucho lastre que soltar, muchos pensamientos que no sirven para nada y que llevas como una carga en tu vida.
– Te para la policía. Deja de juzgarte a ti mismo continuamente bajo falsos patrones de qué es correcto o incorrecto. Estás haciendo de policia de ti mismo.
La experiencia diaria es la manera que tiene la Vida de comunicarse con nosotros. Escúchala. Nada es casual. Disfruta.
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