Cada uno poseemos un talento único que muchas veces no cuadra en las estructuras actuales de empleabilidad.

Poner en un altar a alguien es degradarte a ti mismo como ser humano, pues todos somos seres humanos iguales con un talento especial.

Descubrirlo es el viaje que propongo realizar en esta vida, porque es la vida misma con toda su creatividad la que quiere expandirse a través de nosotros, a través de ti.