El estado de alarma simbolizó el encierro de nuestro ser por parte del ego.
¿Os habíais dado cuenta de esto?
Es lo que hacemos a diario. El ego, la mente controladora, no deja que nuestro ser emerja y haga todo aquello a lo que ha sido llamado a hacer.
El estado de alarma supuso una imagen de nuestro propio encierro.
Del aislamiento de nuestro propio mundo interior.
Dejemos de darle poder al ego controlador, prestando activamente atención a lo que intenta hacer continuamente.
Hay quien defiende el concepto de ego como aquella parte de nuestra propia identidad. Pero no la tenemos bien programada. Inconscientemente el programa tiende a autodestruirnos. A encerrar a nuestra Esencia, que también es parte de nuestra identidad profunda. De nuestro Ser.
Lo bueno que trajo el estado de alarma fue el cuestionamiento del sistema.
Cuestiona entonces tu propio sistema de pensamiento si éste te está trayendo malestar a tu vida.
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Si quieres iniciar un nuevo camino donde quepan este tipo de reflexiones, puedes escribirme por privado y contármelo. Te escucho.
Hablemos.
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